NUESTRO CRÈDITO NACIONAL : "PERÙ NEGRO"
"Perú Negro", uno de los grupos emblemáticos de la danza afroperuana, con sus electrizantes movimientos y típicos sonidos del cajón, el batá, la quijada de burro y el cencerro, hará vibrar al público de New Jersey, en el The Community Theatre at Mayo Center for the Performing Arts, con el auspicio de La Mesa Redonda Nacional Peruano-Americana, PANR, el próximo 24 de enero desde las ocho de la noche.
El elenco agrupa a 22 artistas entre cantantes, bailarines y músicos, quienes ostentan el título de "Embajadores Culturales del Perú Negro. Durante 38 años de infatigable labor en los escenarios del mundo, a través de la música y del baile, vienen recreando la historia de sus ancestros, que fueron sometidos a la esclavitud por los conquistadores españoles.
La agrupación artística, con la música y el baile, recrea la historia de sus ancestros.
Los africanos fueron traídos a las costas peruanas, en su mayoría de las regiones de Angola y el Congo, quienes fusionaron sus tradiciones musicales y bailes con ritmos y melodías indígenas del Perú, creando así el sonido afroperuano, uno de los estilos más vibrantes del globo terrestre.
Cuando los amos del Perú colonial prohibieron los tambores, los esclavos encontraron una manera de preservar su ritmo y su esencia. Usaban mesas, sillas, cajas de frutas, de vegetales o cualquier artefacto de madera que hiciera ruido al golpear con las manos o los palitos de bambú.
Con el tiempo, esas rústicas cajas de madera evolucionaron para convertirse en un instrumento de percusión profesional denominado "Cajón", que hoy es un símbolo de orgullo nacional en el Perú.
Cuando los amos del Perú colonial prohibieron los tambores, los esclavos encontraron una manera de preservar su ritmo y su esencia. Usaban mesas, sillas, cajas de frutas, de vegetales o cualquier artefacto de madera que hiciera ruido al golpear con las manos o los palitos de bambú.
Con el tiempo, esas rústicas cajas de madera evolucionaron para convertirse en un instrumento de percusión profesional denominado "Cajón", que hoy es un símbolo de orgullo nacional en el Perú.
"Perú Negro", como agrupación musical, desde el resurgimiento afroperuano entre los años 50 y 70, se constituye en la única compañía profesional del folklore negroide peruano, con reconocimiento internacional en América Latina, Europa y los Estados Unidos.
A raíz de la popularidad que fue ganando con las presentaciones en la televisión y en los espectáculos, estos bailes adquirieron el reconocimiento de la sociedad peruana que durante varios siglos fueron considerados como marginal.
Otro elemento decisivo del resurgimiento de la cultura afroperuana fue el aporte de la inmortal Chabuca Granda, una mujer blanca de la clase alta reafirmó estas tradiciones y fue algo así como la "madrina" de Perú Negro. De esta forma, la cultura negra se fue introduciendo en las esferas más acomodadas de la sociedad limeña.
Perú Negro, el 2005 fue galardonado con dos nominaciones al premio Grammy
"Perú Negro", el año 69, obtuvo el primer premio en el Festival Internacional de la Danza y la Canción, realizada en el Luna Park de Buenos Aires, Argentina, donde apuntaló su carrera profesional demostrando a todo el mundo la riqueza y el tesoro nacional del folklore peruano.
Cuando en 1995 aparece el primer álbum con música negra del Perú, editado por Luaka Bop Records, "The Sould of Black Perú", El alma del Perú Negro, por primera vez, recibió el aplauso del público estadounidense.
El 2005, es galardonado con dos nominaciones al premio Grammy por la producción de su segundo álbum "Jolgorio". La primera nominación correspondió a los Grammys latinos en la categoría de música tradicional y la segunda a los premios Grammy en la categoría de música mundial.
"Perú Negro" fue creado en 1969 por Rolando Campos, experto en la ejecución del "Cajón". Al fallecer en 2001, su hijo Rony Campos asumió el liderazgo de la agrupación, quien renovó el repertorio musical incluyendo la flauta y el tambor cubano similar al batajón, fabricado en el Perú.
Implantó la disciplina en el grupo, permitiendo a sus miembros ejecutar con maestría los más cimbreantes movimientos, luciendo sus coloridos vestuarios, mientras los bailarines se desplazan por el escenario al ritmo de los festejos, tonderos, landós, zamacuecas, zapateos y el baile del alcatraz.